Rafael Aponte Ledée, uno de los esenciales protagonistas de la historia musical puertorriqueña, nos entrega una narración que es por mucho también la historia de un país a través de su actividad musical. Desde el primer momento en que se consigna la entrada de un instrumento musical europeo a la isla (1512), hasta la creación y desarrollo del Conservatorio de Música, el texto nos invita a considerar esta historia desde su relación con el poder, primero bajo la iglesia española, después bajo el gobierno colonial estadounidense.