En su magnífica obra Arqueología de la Isla de la Mona (2003), el arqueólogo Ovidio Dávila brinda un recorrido preliminar por diversas crónicas y documentos oficiales del siglo 16, por ejemplo, con observaciones que hicieron de la isla fray Bartolomé de las Casas y el conquistador Gonzalo Fernández de Oviedo. Asimismo, hace un recuento de los diversos proyectos de excavaciones arqueológicas, desde la primera exploración llevada a cabo por el médico y arqueólogo aficionado Jorge L. Montalvo Guenard, en 1933, hasta las suyas en las décadas de 1980 y 1990.
Después del establecimiento de la Villa de la Isabela, al norte de La Española, en el segundo viaje de Cristóbal Colón, en 1494, él llevó a cabo una exploración por otros puntos del mar Caribe. En la biografía de su padre, Hernando Colón relató la llegada a la isla que identificaron con su nombre indígena: "el 24 de septiembre, navegaron hasta la parte más oriental de la Española, y de allí pasaron a una isleta que está entre La Española y San Juan, llamada por los indios Amona".