El efecto archipiélago es, simultáneamente, un atributo del objeto de estudio y del sujeto que escribe, del paisaje y del cuerpo, de las tierras y las aguas inscritas en ciertos cuerpos literarios. Lo que efectúa este archipiélago involucra una condición del texto y de la imagen, una sensorialidad que incorpora el «afuera» y enrarece las certezas del perímetro, la autenticidad del «adentro». Entre la crítica y el ensayo literario, La hoja de mar articula una teoría metafórica para la singularidad de la imagen caribe al tiempo que discurre, a su vez, en torno a las vías en que opera el efecto archipiélago en la literatura caribeña.