El fundamento de los instantes reta la curiosidad del lector. Estas disquisiciones de Santos están redactadas con gran profundidad y estilo. Por ejemplo, su libertad intuitiva lo lleva a ofrecernos una lectura “narcótica” de La familia de Pascual Duarte de Cela y un homenaje sobrio y emotivo de Miguel Hernández. Santos se acerca a los textos y los temas con una frescura descreída y vivaz, que intenta devolverle al lector la fe en el diálogo continuo entre la ética y la estética.
—Israel Ruiz Cumba