Los estudios culturales posmodernos que se han hegemonizado en la academia estadounidense y en la academia colonial puertorriqueña persiguen indefinir la cultura de estas islas para hacer de su estudio un ejercicio fútil y nihilista. Sus ataques a conceptos como el de identidad, verdad y nación, entre otros, desde la perspectiva del giro lingüístico o de la falacia lingüística al decir de Roy Bhaskar, buscan hacer del ejercicio de reflexión, discusión e investigación sobre las culturas antillanas una especulación de (in)significantes que hunden en una triste zona de tinieblas a la comprensión de las mismas.