Los poemas de Carlos A. Colón Ruiz aquí presentados interfieren los unos con los otros. Buscan entre sí migajas de esperanza y una razón para calcular el amor desde la entrada de la casa hasta el momento de reposo junto a un perro y el pan comprado luego de un turno en el supermercado. Son poemas que nos conciernen por su repetición, la búsqueda que constantemente intentamos disimular, aquel momento donde nos sentimos a fin con nuestro espacio y con cualquier versión del fin del mundo. La añoranza en este libro es una calma y la esperanza es un moverse de sitio, contando con un lugar donde descansar cada noche.
JEAN ALBERTO RODRÍGUEZ TORRES