Algo, que no se oye,
suena al fondo de todo.
Una palabra, un logos,
un ruido de oro cósmico.
Y yo casi lo oigo.
No por santo, ni loco,
ni filósofo.
Lo oigo como un sordo
que en un bar, ebrio y solo,
escuchara de pronto,
el sonido, al caer,
de un vaso roto.
-José Luis Vega