Malditas palabras es la última entrega de la trilogía narrativa Carnaval de sangre de la escritora puertorriqueña Ana María Fuster Lavín. Decenas de símbolos fluyen en un río de sangre, metafórico e hiperrealista, en este texto tan universal como local, tan boricua como selénico. La literatura intimista y multicrónica de Fuster Lavín nos convoca a participar en la paradoja que supone la vacilación de vivir al límite o no, de vivir en paz o no, de vivir, ser personas pensantes-sintientes-observantes de injusticias, enajenaciones y olvido. Las malditas-palabras-malditas de este libro en realidad son almas generosas que ponen a parir espinas al sistema social absurdo en el que vivimos. -Conrado Zepeda Pallares
Una de las mejores escritoras de género gótico y terror del Caribe, Ana María Fuster Lavín, nuevamente cumple y supera nuestras expectativas, provocándonos a mirar esa cara social que solemos ignorar. La luz que cargan sus palabras oscuras nos enfrenta al canibalismo, al machismo, a lo normativo que desplaza lo especial. La escritora tiene todo bien meditado, con el propósito de obligarnos a reflexionar sobre qué papel jugamos en el horror nuestro de cada día. Malditas, una de las cinco partes del libro, es una mirada ingeniosa a ciertas figuras literarias y su relación con la muerte. Palabras, juego de resignificación, tan breve como intenso. Reencarnaciones, conmueve, asusta y recuerda que muchas veces se nos hace tarde... Pronósticos elementales desgarra y conmueve. Necrópolis, la parte más lúdica, difumina la aparente separación entre la vida y la muerte. Al terminar la lectura siento que algo cambión en las habitaciones de mi vida. -Gloria María Toro Agrait