Los caminos de la mirada son las rutas que integran la geografía de los cuerpos a la de las ciudades. Son los trechos largos y cortos que se bifurcan o separan entre una mirada y otra. En la mirada recíproca de cada ser humano y la naturaleza se repite la simbiosis de la creación. En la mirada cómplice de los enamorados sobra la seducción de la palabra. Cuando miramos fundimos todos los sentidos y logramos caminar sin apenas movernos. ¿Qué sería de los recuerdos sin la memoria visual? El rumbo del misterio de nuestras vidas lo trazan las miradas y la muerte es una mirada al camino de lo desconocido.