Las Cuatro Estaciones del Amor, ilustra en poesía el reflejo del amor en distintas circunstancias. Primavera: la felicidad y la esperanza que sentimos al comienzo; verano: la pasión, la entrega y el deseo en su esplendor; otoño: la desesperanza y el dolor que sentimos al no ser correspondidos recíprocamente; e invierno: la rebeldía, el desencanto, la desilusión, y la desdicha nos llevan a una catarsis donde encontramos distinto sentido a nuestras vivencias, porque durante el invierno nos purificamos para recibir nuevamente la primavera.