“La madurez de Antonio Lucas nos ha traído un poeta seguro de sí, pero arriesgado. Un poeta que domina con maestría los recursos que lo caracterizan desde sus inicios, pero que a la vez no se conforma con ese dominio y asume, como un deber estético, no sólo la búsqueda sino también la osadía. En cualquier poema suyo hay un rasgo de gran audacia, una resolución estilística que desconcierta y deslumbra. Su imaginación verbal le pide un vuelo alto y continuo, y él se lo concede. (…) Esta es, en suma, la historia escrita, pensada y sentida, de un poeta que sabe decir lo que quiere decir como nadie lo ha dicho, y de ahí su grandeza, y de ahí su poderosa exclusividad”.
FELIPE BENÍTEZ REYES