Fe de calendario es una colección de 34 poemas que dan cuenta del ser, como verbo, atrapado entre lo vivo, lo construido y los ciclos. Así, sus poemas enfocan y desenfocan -desde la espera o desde la búsqueda- en lo que traen los días: a veces no más que regresos, claridades y pérdidas. Ante ello, la fe se confunde como deseo y como hambre, y no queda otra cosa sino la escritura como lugar y como medio donde preguntarnos y a la vez respondernos, así sea con ecos.