El abrazo de los frijoles es la metáfora de encontrarse a salvo en la memoria colocada a los objetos que consistentemente nos acompañan. Esa memoria empozada en el alimento que nos da un familiar para decirnos que estaremos a salvo, que hay alguien que cuida. La comida en nuestro caribe es la metáfora de darnos enteros para que otro nos consuma y a la vez consumir a quienes amamos, sin acabarnos. El frijol es ese puente de amor que nos han dado y el que estamos cocinando para dar. Amor como alimento, ese adjetivo intangible que colocamos a las cosas.
- Karla Cristina Torres Cruz
- Karla Cristina Torres Cruz