A la fama mundial de Sylvia Plath (Boston, 1932-Londres, 1963) contribuyeron en un primer momento el eco de su trágica vida y su muerte voluntaria, así como su condición de mujer emblemática, pero son sus poemas, su perfección en el uso de la metáfora y su personal lenguaje lo que han hecho de Plath un símbolo.
Sus primeros libros son poemas eminentemente personales, intensos y delicados. Poesía controlada y seria, pero su obra posterior muestra la influencia sobre la autora de nuevas angustias y problemas que la conducen a una poesía de dolorosas confesiones. En 1956 se casó con el poeta Ted Hughes. Las dificultades y las frustraciones desde entonces asaltaron su vida, llegando al suicidio en 1963.