Esta obra, a la vez profundamente dolorosa y necesaria, es el comienzo de toda la «filosofía de la sospecha». Redactada entre 1878 y 1879, cuando Nietzsche ha abandonado tanto la anestésica comodidad de Basilea como el proyecto de El nacimiento de la tragedia, es la constatación de que Schopenhauer y Wagner ya no son sino hojarasca seca barrida por el viento intempestivo de la «crítica de la cultura». Con este libro, solo apto para espíritus libres, inicia su solitario peregrinaje para desmontar despiadadamente todos los errores (y horrores) que la humanidad ha ido perpetuando.
En Humano, demasiado humano se hallan las raíces de una psicología destructiva que busca despertarnos del sueño moderno. Nietzsche, el caminante que habla con su sombra, da los primeros pasos que conducirán a la genealogía de la moral y hacia el nuevo amanecer que supondrá la llegada de Zaratustra. Pocas veces, en la historia del pensamiento, ha reverberado tan intensamente un «temple espiritual» como el de Nietzsche en el presente libro que no solo soporta, orgulloso y feliz, todo el peso del pasado, sino que denuncia los síntomas de la «gran enfermedad» de Occidente.