"MAGIA DE UNA ISLA" -Isla de la simpatía- como la bautizara Juan Ramón Jiménez, así es Puerto Rico. Tierra Rica en poetas y buenos poetas como demuestra la selección representativa contenida en las páginas de esta breve y selecta Antología. La poesía nacida del conjuro mágico, en la infancia lejana y común del hombre, pero sus avatares la han transformado dándole una función de deslumbramiento y llave de realidades presentes. Así la poesía puertorriqueña nos sirve como la invitación a conocer el desarrollo interior del hombre puertorriqueño, como si se tratara de un individuo único, un individuo cuya vejez abarcara varios siglos. La poesía y la historia definen así al hombre puertorriqueño.
Quien sepa leer la poesía aquí contenida podrá saborear la sabiduría honda de muchas de las selecciones. Es decir, esa sabiduría que encanta y subyuga por su sabor ancestral de triste y profunda mirada de la realidad humana. Vera también la viril protesta social y el encanto puramente lírico de los florecimientos eternos. Creo, con José A. Balseiro, que hay dos clases de poetas. Poetas buenos y poetas menores. Confiamos que toda la poesía seleccionada alcance el nivel de la poesía mejor de Puerto Rico. ¿Y para qué elaborar más lo que debe ser evidente? Toda buena poesía se escribe para ser gozada. Pase el lector ahora, con fervor contenido, a espigar sus preferencias en esta selección ordenada de sorpresas. -Eugenio Fernández Méndez, fragmento Introducción (20 de mayo de 1968)