
Pese a que sus padres están convencidos de que Valentino se convertirá en un gran hombre, sus hermanas creen que no es más que un joven vanidoso, egoísta y frívolo, más preocupado por sus conquistas que por sus estudios de medicina. El repentino compromiso de Valentino con una mujer rica pero poco agraciada y diez años mayor acabará con los sueños de sus padres, quienes, escandalizados ante tan desafortunada elección, sospechan de la novia. Con su característica mordacidad y su portentosa agudeza psicológica, Natalia Ginzburg explora en Valentino las expectativas sociales y de género, las diferencias de clase, la riqueza o el matrimonio como cárceles que sofocan los deseos de sus personajes y convierten hasta las ilusiones más modestas en puras quimeras.
«En la peculiaridad de esa mirada que recoge y cose los jirones está precisamente el secreto de la vitalidad creativa de Natalia Ginzburg, y también en su capacidad para elevar el tono menor a categoría universal». -Carmen Martín Gaite