Si Romeo y Julieta se hubiera generado en el Caribe, en medio de las vicisitudes políticas de la época en la que transcurre Se hizo polvo y sopló el viento, muchos se vieran en este charco cristalino donde, por momentos y diálogos trenzados, la poesía dibuja los recuerdos o la misma memoria la encarna. Temas culturales muy propios de la desigualdad social –el rol femenino que conforma la historia, la doble moralidad, el silencio y otros tantos aspectos–, hacen de esta novela una lectura refrescante y atrevida donde el amor traspasa los fragmentos de cada momento vivido. La autora se expresa con destreza e increíble sensibilidad, propias de un alma rasgada, alguien matizada por los colores de las formas artísticas que ha acoplado –la poesía, la novela y la música– como una obra singular. Otros temas como el Alzheimer, los valores y lazos familiares, los ideales colectivos e individuales, transitan en estas páginas en las que, más de una vez, puede que te asalten las lágrimas.
–Natacha Batlle
Escritora dominicana