
Los mares cubren más de dos tercios de nuestro planeta y, sin embargo, la mayoría de nosotros vive sus vidas en tierra, criaturas de un elemento distinto, fascinadas y aterrorizadas al mismo tiempo por la belleza y el poder de estos grandes cuerpos de agua. Sin embargo, hay quienes van al mar y llegan a conocer sus numerosos estados de ánimo ―el tranquilo y límpido, el enfurecido y barrido por las olas―, trayendo consigo sus historias de maravilla y advertencia. Hannah Stowe es una de esas personas que van al mar, y una de esas narradoras.
Apoyándose en su pericia como bióloga marina y navegante, y en sus experiencias en el mar del Norte, el Atlántico Norte, el Mediterráneo, el mar Celta y el Caribe, en Moverse con el agua la autora presenta una exploración de la relación humana con el mar, de la poderosa impresión que ha dejado en nuestra cultura y del terrible daño que hemos infligido a sus ecosistemas. Con una prosa brillante y fluida, Stowe nos presenta a seis criaturas marinas clave: el cuervo de fuego, el cachalote, el albatros errante, la ballena jorobada, la pardela y el percebe, alentándonos a enamorarnos de los mares como ella lo ha hecho, a apreciar su majestuosidad y su vulnerabilidad.