Amor Prójimo se manifiesta como el responso por una muerta que no está muerta, pronunciado por una viva que ardió por dentro hasta convertirse en tronco. A Teresa y su hermana sus propios padres las aventaron a un orfanato. A la madre de ellas la casaron a los trece años con un hombre mayor, la boda fue a las diez de la noche y no hubo testigos. El padre es el penúltimo sobreviviente de la última rama de una estirpe que el tiempo aniquiló. La tenebrosa tía Amelia, hermana del papá, a quien las madres Pasionistas le negaron su sueño de convertirse en esposa de Dios, se hizo monja clandestina. Teresa y su hermana comparten al mismo hombre, al que quisieran amar y que las ame. Pero éstos no son simples datos anecdóticos, constituyen los asuntos de redención que la narradora de esta novela ha venido a tratar con su hermana en coma.