Sostenida en la máxima de que la ficción es un poderoso camino hacia la verdad, esta novela histórica parte de las vivencias y testimonios de Puerto Rico de los años 20. El espíritu de un siglo nuevo, ya entrado en un par de décadas, el redescubrimiento de un Caribe interconectado y de relaciones líquidas, y los paralelismos en la vida de dos hermanos nos permite crecer con los protagonistas y a su vez, crecer con el país.