
Brenda M. Martínez Torres nació con displasia ósea (SED), uno de los más de 400 tipos de enanismo que existen. A pesar de que enfrentó grandes retos, como la falta de educación sobre el tema o los prejuicios sociales hacia las personas de pequeña estatura, el “bullying”, las barreras arquitectónicas, la pérdida de dos embarazos y la maravillosa oportunidad de convertirse en madre adoptiva de una niña, también con enanismo, en su familia y amigos encontró siempre el apoyo para superarlos con éxito. Sin embargo, desde muy joven reconoció que, si bien otros pueden ser un gran apoyo, la fortaleza y determinación para seguir adelante, radica en uno mismo y no en quienes nos rodean. Es tras esa reflexión que descubre su pasión por llevar ese mensaje y ayudar a otras personas que enfrentan retos similares o iguales a los de ella.