Inclasificable, Arendt era brillante, bella en su juventud e irresistible para los hombres inteligentes, incluso en su madurez tan llena de cigarrillos como de ideas provocadoras. Su obra más famosa y polémica, Eichmann en Jerusalén, desató feroces discusiones que todavía hoy resuenan, avivadas por el descubrimiento póstumo de su relación amorosa con el filósofo alemán Martin Heidegger, quien se identificó durante un tiempo con el nazismo. En esta biografía palpitante, Anne C. Heller explora el origen de las contradicciones y las ideas de Hannah Arendt, y lo encuentra en la convicción que la filósofa albergaba de su propia condición de lo que ella llamaba “paria consciente”, es decir, uno de esos seres humanos, escasos en cualquier época y lugar, que nunca dejan de confiar en sí mismos cuando la sociedad los rechaza y jamás están dispuestos a pagar cualquier precio para ser aceptados por los demás.