La memoria encontró su camino en las páginas de un diario. Escrito en la oscuridad provocada por la Segunda Guerra Mundial, El diario de Ana Frank representó un verdadero refugio para los sentimientos, pensamientos y la esperanza. Las palabras que nacieron ocultas en el día a día sobrevivieron al tiempo, y son la voz de que no hay muro o perseguidor que detenga el anhelo de expresarse.